Si los moretones son grandes o aparecen con mucha facilidad.
Si los moretones son dolorosos o están acompañados de otros síntomas, como fiebre, hinchazón o enrojecimiento.
Si los moretones no mejoran con el tiempo o empeoran.
Si los moretones son recurrentes y no están relacionados con ningún golpe o actividad física.
Recomendaciones generales:
Aplicar compresas frías para reducir la inflamación y el dolor.