según el momento del día, ayuda a que tu cuerpo funcione con más eficiencia. Prueba estas pausas de hidratación:
Rehidrata después de horas sin líquidos, ayuda a “encender” el metabolismo y a movilizar la función intestinal. Tomarla a temperatura ambiente es más amable con el estómago.
Prepara el sistema digestivo, favorece la producción de jugos gástricos y puede ayudarte a llegar con menos ansiedad, regulando el tamaño de la porción. Evita grandes cantidades justo al comer para no diluir la acidez gástrica.