Mirella permaneció 27 años encerrada en su propia casa, aislada de cualquier contacto con el mundo exterior. Esto expone un caso extremo de aislamiento social, donde tanto los familiares como las instituciones fallaron en detectar y prevenir la situación. La combinación de engaños de sus padres y la ausencia de seguimiento por parte de escuelas, servicios de salud y autoridades muestra una negligencia institucional alarmante.
2. Engaño sistemático
Durante casi tres décadas, los padres de Mirella afirmaron que había sido secuestrada, logrando que vecinos, amigos y autoridades creyeran en su desaparición. Incluso sus registros escolares fueron manipulados y eliminados a petición de los padres. Este tipo de control y manipulación prolongada evidencia un abuso psicológico severo y un intento de invisibilizar a la víctima.
