A pesar del horror que vivió, Mirella logró sobrevivir durante 27 años y salir con vida. Su caso se convierte en un símbolo de resiliencia, aunque también un recordatorio doloroso de cómo la negligencia y el abuso pueden permanecer ocultos detrás de puertas cerradas.
💡 Reflexión final:
El caso de Mirella evidencia que las desapariciones más profundas no siempre ocurren en la calle; a veces suceden en el propio hogar, bajo la apariencia de normalidad. La sociedad, las instituciones y los vecinos tienen un papel crucial en detectar señales de alerta, proteger a los vulnerables y garantizar que nadie quede aislado o invisibilizado por años.