Sus grasas saturadas y aditivos químicos pueden intensificar el dolor y la hinchazón.
Lácteos enteros y quesos curados
Algunas personas notan más rigidez después de comer productos lácteos debido a las proteínas que pueden irritar las articulaciones inflamadas.
Alcohol y bebidas azucaradas
El alcohol puede interactuar con los medicamentos y agravar la inflamación, mientras que los refrescos cargados de azúcar tienen el mismo efecto.
Exceso de sal y alimentos ultraprocesados
El alto nivel de sodio provoca retención de líquidos, lo que añade presión adicional a las articulaciones ya sensibles.
Alimentos que pueden ayudar a aliviar los síntomas
Frutas y verduras ricas en antioxidantes
Los arándanos, las fresas, las espinacas y el brócoli ayudan a proteger las articulaciones del daño oxidativo.
Pescado graso rico en omega-3