10 DELICIOSAS RECETAS DE SALSAS CASERAS QUE DEBES PROBAR

Tuesta los piñones: Puedes tostar los piñones en una sartén seca a fuego medio durante unos minutos hasta que estén dorados. Esto realzará su sabor, pero ten cuidado de no quemarlos.
Tritura los ingredientes: En un procesador de alimentos, agrega las hojas de albahaca, los piñones tostados, los dientes de ajo pelados, el queso parmesano y el queso pecorino (si lo estás usando). Procesa hasta que todo esté bien triturado y se forme una pasta gruesa.
Agrega el aceite de oliva: Con el procesador en marcha, vierte lentamente el aceite de oliva en un hilo fino mientras continúas mezclando. Esto ayudará a que la salsa emulsione y se vuelva más suave. Detén el procesador y raspa los lados si es necesario.
Ajusta el sabor: Prueba la salsa y ajusta la sal y la pimienta según tu preferencia. Si deseas una textura más suave, puedes agregar un poco más de aceite.
Almacenamiento: Transfiere la salsa pesto a un frasco hermético y cúbrelo con una fina capa de aceite de oliva para evitar que se oxide y se oscurezca. Se puede refrigerar hasta por una semana o congelar para un uso posterior.
Salsa de Curry

Ingredientes:

2 cucharadas de aceite vegetal.
1 cebolla grande, picada.
2 dientes de ajo, picados.
2 cucharadas de pasta de curry (puedes ajustar la cantidad según tu preferencia de picante y sabor).
1 cucharada de jengibre fresco rallado.
1 lata (400 ml) de leche de coco.
1 lata (400 g) de tomates triturados o tomates enteros pelados.
1 cucharadita de comino en polvo.
1 cucharadita de cilantro en polvo.
1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo.
Sal y pimienta al gusto.
Opcional: chiles frescos o pimienta de cayena para dar un toque picante.
Preparación:

Calienta el aceite en una cacerola grande a fuego medio. Agrega la cebolla picada y cocínala hasta que esté dorada y transparente, unos 5 minutos.
Agrega el ajo picado y el jengibre rallado a la cacerola. Cocina durante 1-2 minutos hasta que estén fragantes.
Añade la pasta de curry a la cacerola y mezcla bien con la cebolla, el ajo y el jengibre. Cocina durante unos minutos para liberar los aromas del curry.
Agrega los tomates triturados o los tomates enteros pelados (que deberás triturar con una cuchara mientras los incorporas), la leche de coco, el comino en polvo, el cilantro en polvo, la cúrcuma y los chiles o pimienta de cayena si deseas un toque picante. Revuelve para combinar todos los ingredientes.
Lleva la salsa a ebullición, luego reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 15-20 minutos, o hasta que la salsa de curry se haya espesado y los sabores se hayan mezclado adecuadamente. Añade sal y pimienta al gusto.
Prueba la salsa y ajusta los condimentos según tu preferencia personal. Si quieres que la salsa tenga una textura más suave, puedes usar una licuadora de inmersión para mezclarla hasta obtener la consistencia deseada.
Sirve la salsa de curry sobre arroz, pollo, cordero, verduras o cualquier proteína de tu elección. También puedes usarla como base para platos de curry más elaborados.

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