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Ubica las plantas en entradas, ventanas y rincones clave.
Son puntos por donde entra y circula la energía. -
Riega con intención positiva.
Las plantas reciben y reflejan nuestro ánimo y cuidado. -
Elige macetas individuales para las más fuertes, como la ruda o la lengua de suegra.
Evita que opaquen a otras. -
Limpia hojas con agua natural o infusiones suaves.
Mantenerlas sanas fortalece su energía. -
Combina varias especies.
Crea un pequeño altar verde para potenciar sus efectos. -
Cuida su equilibrio de luz y agua.
Una planta feliz genera un ambiente feliz.