Sentirse cansado constantemente, incluso después de descansar bien, puede ser más que estrés o agotamiento.
Las células cancerosas consumen energía y debilitan el sistema inmunológico, dejando al cuerpo sin fuerzas.
Si notas fatiga prolongada sin causa clara, consúltalo con tu médico.
2. Pérdida de peso repentina y sin explicación
Perder más del 5–10 % del peso corporal en poco tiempo, sin dieta ni ejercicio, puede ser una señal de alerta.
Cánceres como los de estómago, páncreas o pulmón suelen provocar pérdida rápida e involuntaria de peso.
3. Dolor persistente
El dolor que no desaparece ni con descanso ni con analgésicos debe tomarse en serio.
-
El dolor de espalda puede estar relacionado con cáncer de huesos o de ovario.
-
Los dolores de cabeza crónicos pueden ser señal de tumores cerebrales.
No ignores el dolor sin causa aparente.