Si la comida reconfortante tuviera un glaseado dorado, sería esto: chuletas de cerdo tiernas, doradas a la perfección y cubiertas con una salsa pegajosa, dulce y ligeramente ácida de mostaza y miel. Es el tipo de plato que se siente lo suficientemente elegante para invitados, pero lo bastante sencillo para un martes por la noche. Y una vez que lo pruebes, entenderás por qué ha sido un favorito en mi cocina durante años.
Aún recuerdo la primera vez que lo preparé: la lluvia golpeando las ventanas, con ganas de algo reconfortante pero no demasiado pesado. Tenía chuletas de cerdo, pero quería más que el típico salteado en sartén. Así que mezclé miel, mostaza Dijon, ajo y un chorrito de vinagre, y lo vertí sobre las chuletas mientras chisporroteaban. ¿El resultado? Cerdo jugoso y dorado con un glaseado que se adhiere a cada bocado. Mi familia no solo comió: devoró.
🧂 Ingredientes
| Ingrediente | Cantidad |
|---|---|
| Chuletas de cerdo (con hueso o deshuesadas) | 4 chuletas, 1½–2 lb en total, 2–2.5 cm de grosor |
| Aceite de oliva o mantequilla | 2 cucharadas |
| Caldo de pollo o agua | ½ taza |
| Mostaza Dijon | 3 cucharadas |
| Mostaza a grano entero (opcional) | 2 cucharadas |
| Miel | ¼ taza |
| Ajo, picado | 2 dientes |
| Vinagre de sidra de manzana o jugo de limón | 1 cucharada |
| Pimentón | ½ cucharadita |
| Sal | ½ cucharadita |
| Pimienta negra | ½ cucharadita |
| Perejil fresco (para decorar, opcional) | Al gusto |
👩🍳 Instrucciones:
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