El amarillo brillante, el verde fosforescente, el fucsia o el naranja neón tienen algo en común: son tonos que irradian energía, juventud y optimismo. Son perfectos para celebraciones, fiestas al aire libre o eventos casuales, pero no para una ceremonia de despedida.
En un funeral, el ambiente está marcado por la introspección y la serenidad. Los colores llamativos pueden interpretarse como una falta de respeto o una forma de trivializar el dolor ajeno. Aunque tu intención sea simplemente “alegrar” el ambiente, la percepción puede ser muy diferente para los demás.
La clave está en acompañar emocionalmente a quienes están de duelo. Los tonos sobrios no buscan eliminar la vida del atuendo, sino reflejar la empatía hacia el dolor colectivo. Colores como el azul marino, gris grafito, marrón oscuro o beige suave logran el equilibrio entre respeto y elegancia.
🎗️ Consejo: si quieres incorporar algo de color, hazlo con moderación —un pañuelo, una bufanda o un accesorio discreto— siempre en tonos apagados o mate.
💖 3. Rosa fuerte y tonos festivos: dulzura que no encaja
El rosa fuerte, coral, violeta intenso o dorado metálico son colores asociados al romance, la feminidad o la celebración. Aunque algunos puedan parecer “inocentes”, siguen transmitiendo una energía demasiado alegre para el contexto de un funeral.