Si de manera repentina un brazo, una pierna o incluso el rostro se debilitan o adormecen, sobre todo en un solo lado, es una señal de alarma. Puede tratarse de una interrupción en el flujo sanguíneo del cerebro.
2. Dificultad para hablar o comprender
Una voz arrastrada, palabras incoherentes o la incapacidad para entender frases simples son síntomas típicos. Muchas veces, quienes rodean al afectado se dan cuenta antes que la propia persona.
3. Dolor de cabeza intenso y repentino
No se trata de un dolor que aumenta poco a poco. Es un dolor súbito, muy fuerte, descrito a menudo como “el peor dolor de cabeza de la vida”. Este signo exige atención médica inmediata.
4. Mareos y pérdida del equilibrio
Si caminar se vuelve difícil de repente, aparece descoordinación o la visión parece girar, puede estar comprometida la parte del cerebro que regula el equilibrio.
5. Problemas de visión
Visión borrosa, doble, pérdida parcial en un ojo o sensibilidad extrema a la luz también pueden indicar un ACV. Es un síntoma frecuentemente ignorado, pero crucial para el diagnóstico temprano.