Especialmente las bebidas de cola, ricas en ácido fosfórico. Este compuesto dificulta la absorción de calcio y acelera su pérdida.
El exceso de azúcar empeora la situación, favoreciendo la inflamación que debilita la estructura ósea. Sustitúyela por infusiones o agua con rodajas de limón y menta.
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2. Exceso de sal
¿Conoces esa costumbre de añadir “solo un poquito más de sal” a tu plato? Pues sí.
El sodio hace que el cuerpo elimine calcio a través de la orina. Y no solo en el salero: la comida rápida, los snacks y las comidas preparadas son fuentes importantes de sodio oculto. Leer las etiquetas es fundamental.
3. Exceso de cafeína
El café del desayuno y de la tarde es inofensivo si se consume en 1 o 2 tazas.
Pero abusar del café, el té negro y las bebidas energéticas aumenta la pérdida de calcio en la orina. ¿El resultado? Huesos más frágiles con el paso de los años.
4. Alcohol
Además de reducir la absorción de calcio, el consumo frecuente de alcohol disminuye los niveles de vitamina D, esencial para fijar este mineral en los huesos.
Más de una bebida alcohólica al día para las mujeres y dos para los hombres ya supone un riesgo de osteoporosis.
5. Carnes rojas y procesadas
Tocino, salchichas, perritos calientes… estos alimentos contienen un exceso de fósforo, que puede desequilibrar la relación con el calcio.
Si la dieta no compensa con verduras y proteínas magras, los huesos acaban sufriendo las consecuencias. Es mejor equilibrar la dieta con pollo, pescado y legumbres.
6. Espinacas y ruibarbo
Aunque son saludables, estas verduras contienen oxalatos que dificultan la absorción del calcio que contienen.
¿El secreto? Combinarlas con col rizada o brócoli, que aportan un calcio que el cuerpo absorbe mejor.