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Costillas de Cerdo al Horno
Costillas de Cerdo al Horno
Una propuesta para tardes relajadas, partidos en la tele o una reunión informal en casa. La carne se despega del hueso y el glaseado queda brillante, con ese equilibrio entre dulzor y un toque ahumado que conquista. Sirve con mazorcas, coleslaw o patatas gajo. Para bordarlas, retira la membrana trasera antes de condimentar y apuesta por una cocción lenta que ablande sin resecar. Al final, sube la temperatura o usa el grill para caramelizar la superficie. Deja reposar unos minutos antes de cortar; así mantendrás la jugosidad y el bocado será impecable.
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Solomillo de Cerdo a la Pimienta
Solomillo de Cerdo a la Pimienta
La elección perfecta para una cena especial sin complicaciones, con una salsa cremosa que despierta el apetito al primer aroma. Queda jugoso y con un punto de pimienta que abraza, no que abruma. Acompaña con verduras salteadas o patatas dauphinoise para redondear. Consejo clave: dora la pieza a fuego vivo para sellar y termina la cocción suave, vigilando el punto para que no se pase. Machaca los granos de pimienta en mortero para liberar su perfume y, si te apetece, añade un chorrito de brandy para desglasar y potenciar la salsa. Servir bien caliente marca la diferencia.
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Lomo de Cerdo Asado a la Miel
Lomo de Cerdo Asado a la Miel
Un asado que triunfa en comidas familiares por su glaseado brillante y aromático. Cada loncha queda tierna, con notas dulces que combinan de maravilla con guarniciones sencillas como puré, cuscús o verduras al horno. El aroma que deja en la cocina abre el apetito desde el primer minuto. Para clavar el resultado, pincela durante la cocción para formar capas de sabor y vigila que la miel no se queme; si dora demasiado, cubre con papel para proteger. Deja reposar antes de cortar en finas lonchas y baña con los jugos de la bandeja para un final redondo.
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Lomo Relleno de Manzana
Lomo Relleno de Manzana
Perfecto para celebraciones y comidas de temporada, con un contraste delicioso entre el punto salado de la carne y la jugosidad de la fruta. Se luce en la mesa, rinde para varios comensales y combina genial con puré de boniato o una ensalada crujiente. Consejo importante: ata la pieza con hilo de cocina para mantener la forma y que el relleno no se escape. Tras el horneado, deja reposar y corta en medallones limpios. Desglasa la bandeja con un chorrito de sidra o caldo para recuperar los sabores del fondo y obtener una salsa rápida que lo eleva todo.
