Con el paso de los años, nuestro cuerpo atraviesa cambios naturales que afectan la masa muscular, la energía y la capacidad para realizar tareas cotidianas. Uno de los signos más comunes del envejecimiento es la pérdida de fuerza, un problema que puede limitar la movilidad y reducir la calidad de vida.
Lo que muchos no saben es que la alimentación cumple un papel fundamental para frenar este proceso. En particular, algunas frutas contienen nutrientes que fortalecen los músculos, mejoran la circulación y combaten la inflamación, ayudando a mantener la vitalidad incluso después de los 50 años.