1. Brócoli: Pequeño pero Poderoso
El brócoli está lleno de compuestos anticancerígenos, como los glucosinolatos, que ayudan a eliminar las toxinas del cuerpo y a prevenir la formación de células cancerosas. Además, es una gran fuente de vitamina C y fibra. Incluir brócoli en tu dieta puede ser tan simple como añadirlo a tus ensaladas o al vapor como acompañamiento en tus comidas.
2. Cúrcuma: La Especia Dorada
Conocida por sus propiedades antiinflamatorias, la cúrcuma contiene curcumina, un compuesto conocido por combatir el cáncer. Este poderoso antioxidante no solo frena el crecimiento de las células cancerosas, sino que también ayuda a mejorar la salud del hígado. Puedes añadir cúrcuma a sopas, guisos o incluso preparar un “latte dorado”.