8 hábitos en el baño que arruinan tu sensación de frescura (y cómo corregirlos)

jabones muy perfumados,

duchas internas,

toallitas perfumadas a cada rato,

podemos alterar ese equilibrio, irritar la piel y favorecer infecciones y malos olores.

Qué hacer en su lugar

Lava la zona externa con agua tibia y, si lo deseas, un limpiador suave, sin perfume y específico para higiene íntima.

Evita las duchas vaginales internas.

Seca con una toalla limpia, dando toques suaves, sin frotar fuerte.

A veces, menos es más: el cuerpo sabe cuidarse, solo necesita que lo respetemos.

2. Reutilizar la misma toalla de baño demasiadas veces
La toalla parece limpia, pero en realidad retiene humedad, sudor y células muertas. En un baño cerrado y húmedo, esto se convierte en un medio perfecto para bacterias y hongos.

Cada vez que te secas con esa toalla, vuelves a llevar todo eso a tu piel.

Consejos prácticos

Usa la misma toalla no más de 2–3 veces.

Cuélgala siempre bien extendida en una barra, nunca hecha bollo en un gancho.

Mantén el baño ventilado y, si puedes, abre la ventana o usa el extractor.

Láva las toallas con regularidad y deja que se sequen por completo al sol o en un lugar aireado.

3. Descuidar el cuidado de los pies
Los pies pasan horas encerrados en medias y zapatos. Allí se acumulan:

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