El tamaño de tus albóndigas depende del plato que acompañen. Para sopas, elige albóndigas pequeñas; si las sirves con pasta, hazlas medianas, de 3 a 4 cm de diámetro. Esto garantiza que se cocinen uniformemente y mantengan la textura ideal.
9. Dorar Antes de Sumergir
Aunque puedes cocinarlas directamente en la salsa, dorar las albóndigas antes intensifica el sabor y mejora la textura. Hazlo en la sartén o en el horno antes de sumergirlas en tu salsa casera favorita.
El verdadero secreto de las albóndigas de la abuela es el tiempo y la paciencia. Cocinarlas a fuego lento permite que los sabores se mezclen perfectamente y tu hogar se llene de ese aroma inconfundible que despierta recuerdos y crea momentos inolvidables.