El cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más comunes entre las mujeres en todo el mundo, y la detección temprana puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y complicaciones graves. Estudios indican que el cuerpo puede comenzar a enviar señales hasta un año antes de que la enfermedad se manifieste plenamente, pero muchas mujeres no las reconocen o las confunden con cambios naturales. Estar atenta a estos signos tempranos es clave para actuar a tiempo y proteger la salud.
Uno de los primeros indicios puede ser un cambio en la forma o tamaño del seno. Si notas que uno de tus senos parece más grande, más pequeño o ligeramente caído en comparación con el otro, es importante no ignorarlo. Las diferencias sutiles pueden pasar desapercibidas, pero revisar el área y consultar a un especialista puede ayudar a detectar problemas en fases iniciales.