Ojos azules inolvidables, talento desbordante y una nueva etapa alejada de los focos.
Pocas actrices han logrado causar tal impacto con un solo detalle como Meg Foster. Esos penetrantes ojos azules parecían atravesar la pantalla y quedar grabados en la memoria. Era imposible verla en pantalla y no preguntarse si esa mirada era real (y sí, lo era).
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Pero el tiempo ha pasado. Y como todos, Meg también ha envejecido. Hoy, a sus 76 años, sigue siendo la misma artista apasionada, pero es muy diferente de la mujer que brilló en películas y series en las décadas de 1970 y 1980.
Aun así, muchos se sorprenden al verla hoy. ¿Pero deberíamos sorprendernos?
Meg Foster: mucho más que unos ojos hermosos
La carrera de Meg Foster no se basó únicamente en su exótica belleza. Si bien sus ojos azul hielo eran un rasgo llamativo, su talento hablaba por sí solo. Debutó junto a Michael Douglas en la película «Adam a las 6 de la mañana» en 1970. Después, participó en importantes producciones como «El Hombre de los Seis Millones de Dólares», «Bonanza» y «Se ha escrito un crimen».
Con su fuerte presencia y su actuación visceral, Meg se consolidó como una actriz muy solicitada. Durante décadas, alternó con facilidad entre el cine y la televisión.
Una belleza que generó rumores
