La estrella que todos conocían, pero no creerás cómo luce hoy.
Michael J. Fox conquistó el mundo a una edad temprana, convirtiéndose en un rostro inolvidable para toda una generación.
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Su cautivadora sonrisa y su energía contagiosa marcaron la década de los 80, especialmente con el papel de Marty McFly en la trilogía de Regreso al Futuro.
Sin embargo, tras el éxito y la fama, enfrentó desafíos personales que exigieron una valentía y una resiliencia excepcionales.
Una carrera deslumbrante
Michael debutó en televisión con la serie Lazos Familiares (Sacrée Famille, en Francia), ganándose rápidamente el cariño del público. Su talento, carisma y humor lo catapultaron a la fama mundial. A los 24 años, ya era considerado un verdadero ícono de los 80, símbolo de juventud, vitalidad y sueños alcanzables.
El diagnóstico que lo cambió todo
A los 29 años, en la cima de su carrera, a Michael le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson, una enfermedad neurológica degenerativa que aún era poco conocida en aquel entonces.