Descubre por qué las tapas de los bolígrafos tienen un agujero: seguridad, economía y un diseño ingenioso en la vida cotidiana.
Tomas un bolígrafo, miras la tapa… y ahí está: un pequeño agujero en la parte superior. Parece insignificante, casi un defecto de fábrica.
Compartir en WhatsApp
Compartir en Telegram
Pero no lo es. Este pequeño agujero tiene más funciones de las que imaginas, e incluso puede prevenir una tragedia.
Es curioso pensar cómo objetos tan comunes, presentes en los estuches escolares, en la oficina o incluso en el cajón de la cocina, esconden historias de ingenio.
El agujero en la tapa del bolígrafo es uno de esos casos. Veamos por qué.
Un agujero que salva vidas
Cada año, niños (e incluso adultos distraídos) se llevan las tapas de los bolígrafos a la boca. ¿El riesgo? Asfixia.
Por lo tanto, las normas internacionales de seguridad exigen que las tapas tengan este agujero. Permite el paso del aire si la tapa se atasca en la garganta, funcionando como una “abertura de emergencia” que puede mantener a la persona respirando hasta que reciba ayuda.