Los pasteles de nuez rápidos están listos en una hora, excelentes con café, se deshacen en la boca…

Chicos, desde que descubrí esta receta, no he parado de hacerla, ¡y las galletas de nuez son un éxito total! No se imaginan lo rápidas que son: en menos de una hora, todo está perfecto en la mesa y huele a hogar, a delicias y a momentos de mimo. Me gusta decir que son el tipo de postre que te alegra el corazón y que se deshacen en la boca. ¿Qué más se puede pedir? Si tienen un ratito libre y se les antoja algo dulce y crujiente, ¡acompáñenme mientras les enseño a hacerlas paso a paso, sin complicaciones!

Información rápida
Rinde: 12 porciones
Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 35 minutos
Tiempo total: 55 minutos
Ingredientes
Para el plato principal:
250 g de nueces molidas (o picadas gruesas, al gusto)
200 g de azúcar
180 g de mantequilla blanda a temperatura ambiente
3 huevos
200 g de harina
1 sobre de levadura en polvo (aprox. 10 g)
1 pizca de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla
Ralladura de un limón
50 ml de leche (opcional, para una masa más suave)
Para la salsa/decoración (opcional):

Azúcar glas para decorar
Miel o mermelada de frutas para darle más sabor
Nueces enteras para decorar
Preparación
Paso 1: En un bol grande, mezcle la mantequilla blanda con el azúcar con una batidora o una cuchara resistente. Debe obtenerse una textura cremosa y blanquecina, casi esponjosa; esto significa que el azúcar se ha disuelto un poco en la mantequilla y la mezcla es homogénea. Este es un paso importante, ¡porque aquí empieza la magia! A continuación, añado los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada uno, para que se integren por completo y no queden grumos en la masa. No olvides añadir también la esencia de vainilla y la ralladura de limón, que aportan un aroma fresco y delicado que combina a la perfección con las nueces.

Paso 2: En otro bol, mezclo la harina, la levadura en polvo y la sal. Luego, incorporo poco a poco los ingredientes secos a la mezcla líquida, mezclando a baja velocidad o con una espátula. Si la masa está demasiado espesa, añado un poco de leche, una cucharada a la vez, hasta conseguir la consistencia adecuada: no debe quedar ni líquida ni demasiado espesa. Finalmente, añado las nueces molidas: son, de nuevo, el ingrediente clave, que aporta la textura crujiente y el sabor característico a los pasteles que vamos a preparar hoy.

Paso 3: Preparo una bandeja de horno, la únto con mantequilla y la forro con harina o papel de hornear para que no se pegue. Vierta la masa en la bandeja y alísela bien con una espátula para obtener una superficie uniforme. Un consejo: si presiona ligeramente con la espátula, la masa se asienta mejor y, durante el horneado, forma una deliciosa corteza ligeramente crujiente.

Paso 4: Coloque la bandeja en el horno precalentado a 180 grados Celsius. El horneado dura entre 30 y 35 minutos, y compruebe la cocción con un palillo a los 25-30 minutos: debe salir limpio o con algunas migas húmedas, pero no líquidas. El aroma que inunda la cocina en este punto es simplemente irresistible: el aroma de las nueces tostadas combinado con la vainilla y el limón alegra cualquier ambiente.

Paso 5: Una vez horneado el pastel, retírelo con cuidado del horno y déjelo enfriar en la bandeja, sobre una rejilla, durante al menos 15 minutos. Si lo saco del horno demasiado pronto, se puede romper porque aún está blando, pero si lo dejo endurecer un poco, la textura queda perfecta: ligeramente crujiente por fuera y esponjoso por dentro, con un centro suave.

Paso 6: Cuando esté casi frío, espolvoreo una fina capa de azúcar glas por encima o extiendo una capa delgada de miel o mermelada para darle un toque dulce y decorativo, una idea que a los más pequeños también les encanta. Agrego unos frutos secos enteros para un efecto visual y un toque crujiente. Ahora es el momento de cortar el pastel en cuadrados o rectángulos y servirlo, idealmente con un café o un té negro aromatizado.

Variaciones y consejos

Puedes sustituir algunos de los frutos secos por almendras o avellanas para una mezcla de texturas más interesante.

Si quieres un sabor aún más intenso, tuesta ligeramente los frutos secos en una sartén antes de añadirlos a la masa.

Añade una cucharada de cacao a la masa para una versión de chocolate y frutos secos.

Para una versión más natural y dulce, usa miel o jarabe de arce en lugar de azúcar.

Puedes añadir pasas o trocitos de chocolate a la masa para darle un toque extra de sabor.

Asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente para mezclarla bien y obtener una masa suave.

Cómo me gusta servir esta receta

Me gusta servir estas galletas en el desayuno, acompañadas de un café expreso fuerte, pero también por la tarde, como postre para un merecido descanso. En verano, las acompaño con un té helado de menta y una rodaja de limón, y en los días más fríos, una taza de chocolate caliente las hace aún más perfectas. También son ideales para un tentempié rápido cuando te apetece algo dulce pero no quieres pasar mucho tiempo en la cocina.

Notas
Se conservan bien en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta 3 días.

Se pueden congelar en porciones y descongelar rápidamente a temperatura ambiente sin perder su sabor ni su textura.

Conclusión: Esta receta rápida de galletas de nuez es una que siempre recomiendo por su sencillez.

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