Recuerdo con cariño cómo, en la cocina de mi abuela, sus galletas aparecían como por arte de magia, siempre al final de días llenos de juegos e historias. Entre el dulce aroma del cacao y la cálida fragancia de la vainilla, mi abuela preparaba este pastel de chocolate sin huevo, un verdadero tesoro de su viejo libro de recetas amarillento. Su textura suave y ligeramente húmeda, y su intenso sabor a chocolate, se han quedado grabados en mi memoria, y cada vez que lo preparo, siento como si pudiera sentir su presencia a mi lado. Es esa receta sencilla pero especial que reconforta el alma, sin importar el clima ni el estado de ánimo.
Información rápida
Rinde: 8 porciones
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 35 minutos
Tiempo total: 50 minutos
Ingredientes
Para el plato principal:
200 g de harina (aprox. 1 ⅔ tazas)
200 g de azúcar (1 taza)
50 g de cacao en polvo (½ taza)
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
½ cucharadita de sal
240 ml de agua (1 taza)
80 ml de aceite vegetal (1/3 de taza)
1 cucharada de vinagre de manzana
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para la salsa/decoración (opcional):
100 ml de crema para batir o crema vegetal batida
50 g de chocolate negro picado
Cacao en polvo para espolvorear
Fruta fresca para decorar
Preparación
Paso 1: Precalienta el horno a 180 °C (con ventilador) o a 190 °C (sin ventilación). Prepara un molde rectangular (de unos 20×30 cm) y fórralo con papel de hornear para que el bizcocho no se pegue y se hornee de manera uniforme. En un bol grande, tamiza bien la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato y la sal. Este paso ayuda a evitar grumos y a distribuir uniformemente los agentes leudantes.
Paso 2: Añade el azúcar al bol con la harina y mezcla bien los ingredientes secos. En otro recipiente, combina el agua, el aceite vegetal, el vinagre de manzana y el extracto de vainilla. Esta mezcla líquida es el secreto que aporta humedad y ayuda a que el bizcocho sin huevo suba. Vierte los líquidos sobre los ingredientes secos y mezcla rápidamente, pero con cuidado, hasta que la mezcla sea homogénea. No mezcles demasiado o el bizcocho podría quedar duro.
Paso 3: Vierte la masa en el molde preparado y nivélala con una espátula o el dorso de una cuchara. La masa es bastante líquida; se asentará sola en el molde, pero asegúrate de que esté bien distribuida. Ahora es el momento de meter el molde en el horno precalentado.
Paso 4: Hornea durante 30-35 minutos. Para comprobar si el pastel está listo, inserta un palillo en el centro; si sale limpio o con solo unas pocas migas húmedas, está perfecto. El pastel debe tener una corteza fina y ligeramente mate en la superficie, y el interior suave y ligeramente húmedo. Deja enfriar en el molde durante al menos 10 minutos y luego transfiere a una rejilla para que se enfríe por completo.
Paso 5: Si quieres darle un toque festivo o convertir este pastel en un postre aún más especial, puedes preparar rápidamente una salsa de chocolate sencilla. Calienta la crema para batir hasta que esté a punto de hervir y luego viértela sobre el chocolate picado. Revuelve suavemente hasta que el chocolate se derrita por completo y obtengas una salsa espesa y brillante. Viértela sobre el pastel o sírvela aparte.
Paso 6: Por último, puedes espolvorear cacao en polvo con un colador fino para un efecto visual maravilloso o decorar con fruta fresca, como frambuesas o moras, que le dan un delicioso toque ácido. Recomiendo servir el pastel a temperatura ambiente para apreciar su textura ligeramente mantecosa y suave que se deshace en la boca.
Variaciones y consejos
Puedes sustituir parte de la harina por harina integral para un sabor más intenso y una textura ligeramente más densa.
Si prefieres un sabor más dulce, añade 50 g de chocolate rallado o trocitos de chocolate negro a la masa y mezcla suavemente.
Para un sabor más intenso, puedes añadir una cucharadita de café instantáneo disuelto en agua a la masa; el chocolate y el café se complementan a la perfección.
En lugar de vinagre de manzana, puedes usar zumo de limón, que cumple la misma función de dar esponjosidad al pastel.
Si prefieres un pastel vegano, asegúrate de que el aceite utilizado sea de sabor neutro y de que toleras bien los sustitutos de la nata disponibles. Si no tienes cacao en polvo, puedes usar chocolate en polvo sin azúcar, pero prueba y ajusta la cantidad de azúcar a tu gusto.
Cómo me gusta servir este pastel
Me gusta servir este pastel con un poco de crema batida y frutos rojos frescos, sobre todo en verano, cuando el contraste entre dulce y ácido es delicioso. En invierno, una rebanada tibia con salsa de chocolate caliente y un vaso de leche tibia es todo lo que me apetece después de un largo día. Y si vienen amigos de improviso, lo corto en trocitos y desaparece en un abrir y cerrar de ojos, entre risas y anécdotas.
Notas
El pastel se conserva bien tapado a temperatura ambiente hasta 2 días. Si quieres conservarlo más tiempo, guárdalo en el refrigerador, pero asegúrate de calentarlo un poco antes de servirlo para que recupere su textura suave.
Puedes recalentar el pastel en el microondas.