Alex Simpson acaba de hacer historia al cumplir 20 años.
Cuando Alex Simpson nació en Nebraska, era una bebé feliz y sana. Pero cuando tenía 2 meses, la familia recibió un diagnóstico médico que los dejó en estado de shock.
Los médicos dijeron que Alex tenía hidranencefalia, un defecto congénito poco común que afectaba el desarrollo de su cerebro.
Según la Clínica Cleveland, esta afección se da cuando a un recién nacido «le faltan ciertas partes del cerebro llamadas hemisferios cerebrales». Esto suele ocurrir en uno de cada 5.000 a uno de cada 10.000 embarazos.
Alex nació sin cerebro. Según su padre, tiene un cerebro del tamaño de la mitad de un dedo meñique en la parte posterior del cerebelo.
Shawn y Lorena Simpson, los padres de Alex, recibieron un diagnóstico desolador. Les dijeron que su hija no viviría más allá de cuatro años.
Sin embargo, Alex acaba de celebrar su vigésimo cumpleaños. Cuando los medios de comunicación les preguntaron cómo Alex había llegado a cumplir veinte años, sus padres respondieron que lo había conseguido con «amor».
Shawn continuó hablando con los medios de comunicación y dijo: «Hace veinte años estábamos asustados, pero creo que la fe es lo que realmente nos mantuvo vivos».
Alex no puede ver ni oír debido a su condición, pero sus seres queridos creen que puede sentir cuando están cerca de ella.
«Se nota que cuando subí allí y hablé con ella hace un rato, me estaba buscando», compartió Shawn.
Alex tiene un hermano menor, SJ, que comparte esa sensación. El adolescente dijo: «Digamos que alguien está estresado a su alrededor. No pasará nada, puede que haya un silencio total, pero Alex lo sabrá. Sentirá algo».
