El pollo es un alimento básico en muchas cocinas del mundo, pero manejarlo de manera incorrecta puede poner en riesgo la salud de tu familia. Uno de los errores más comunes que la gente comete es lavar el pollo crudo antes de cocinarlo.
A pesar de ser una práctica habitual, esta acción puede propagar bacterias peligrosas en la cocina, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. En este artículo, te explicaremos por qué no debes lavar el pollo crudo y te daremos consejos esenciales para manipularlo de manera segura.
¿Por qué es un gran error lavar el pollo crudo?
Lavar el pollo crudo parece una medida higiénica, pero en realidad, es contraproducente. Aquí te explicamos por qué:
- Propagación de bacterias peligrosas:
Al lavar el pollo, las gotas de agua que salpican pueden esparcir bacterias como la salmonela o el Campylobacter en superficies cercanas, utensilios y alimentos. - Falsa sensación de limpieza:
Las bacterias presentes en el pollo no se eliminan con agua corriente; solo la cocción adecuada puede destruirlas. - Aumenta el riesgo de contaminación cruzada:
Los residuos de agua contaminada en el fregadero o encimera pueden contaminar otros alimentos o utensilios, incrementando las posibilidades de intoxicación alimentaria.
Cómo manipular pollo crudo de forma segura
Para evitar riesgos y disfrutar de una comida saludable, sigue estos consejos clave: