Dolor en el talón: causas comunes, señales de alerta y cómo aliviarlo

El talón es una de esas partes del cuerpo que casi nunca pensamos… hasta que duele. Y cuando duele, vaya que se hace notar. El dolor en el talón puede ser tan molesto que llega a impedir caminar con normalidad, hacer ejercicio o incluso mantenerse de pie por mucho tiempo. Aunque muchas personas lo asocian con “un mal paso” o con el uso de zapatos incómodos, la verdad es que este tipo de dolor puede tener distintas causas, algunas más serias que otras.

En muchos casos, el malestar aparece de manera repentina, como una punzada al dar los primeros pasos en la mañana. En otros, se va desarrollando poco a poco, hasta que un día notas que cada paso duele más de lo normal. Por eso, entender qué puede estar detrás de ese dolor y cómo tratarlo a tiempo puede marcar la diferencia entre una simple molestia y un problema crónico.


¿Por qué duele el talón?

El talón soporta una gran parte del peso corporal con cada paso que damos. Es, literalmente, una de las zonas más castigadas del pie. Por eso, cualquier sobrecarga, mala postura o tipo de calzado inadecuado puede generar inflamación o tensión en los tejidos que lo rodean.

Una de las causas más comunes es la fascitis plantar, una inflamación de la banda de tejido que recorre la planta del pie y se conecta al talón. Esta afección suele manifestarse con un dolor punzante justo al levantarse de la cama o después de estar mucho tiempo sentado. Es un problema muy habitual en personas que pasan largas horas de pie, en deportistas y en quienes usan calzado sin buen soporte.

Otra causa frecuente es el espolón calcáneo, una especie de crecimiento óseo que aparece en la parte inferior del talón. Aunque muchas veces el espolón en sí no duele, puede irritar los tejidos blandos y causar una sensación de ardor o molestia constante.

También puede tratarse de una tendinitis del tendón de Aquiles, que provoca dolor en la parte posterior del talón, justo donde se une con la pantorrilla. Este tipo de molestia suele empeorar al subir escaleras o al ponerse de puntillas.

Factores que aumentan el riesgo

Hay ciertos hábitos y condiciones que predisponen a sufrir dolor de talón. Entre ellos se encuentran:

  • El sobrepeso, ya que los pies deben soportar una carga mayor de la habitual.
  • El calzado inadecuado, especialmente los zapatos planos o con suelas muy finas, que no amortiguan bien los impactos.
  • Caminar o correr en superficies duras, lo que incrementa la presión sobre los talones.
  • Alteraciones en la pisada, como el pie plano o el arco excesivamente alto.
  • El envejecimiento, pues con los años los tejidos del pie pierden elasticidad y el cojín graso del talón se adelgaza.

Incluso algo tan simple como usar el mismo tipo de calzado todos los días puede contribuir al problema, porque los pies no descansan ni cambian de posición.

Señales de alerta que no debes ignorar

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