1. Rico en colágeno y gelatina: la base de huesos y articulaciones sanas
Los huesos de vaca liberan colágeno cuando se cocinan durante varias horas.
El colágeno se transforma en gelatina, un nutriente que ayuda a:
Fortalecer articulaciones
Reducir dolor y rigidez
Regenerar tejidos
Mejorar la movilidad
Recuperar lesiones musculares y articulares
Por eso es ideal para quienes sufren artritis, desgaste articular o dolores musculares crónicos.
🧠 2. Aporta aminoácidos esenciales para la mente y el cuerpo
El caldo de huesos contiene aminoácidos como:
Glicina: mejora el sueño, calma la ansiedad y desinflama.
Prolina: ayuda a reconstruir tejidos.