El problema silencioso que muchos normalizan

Hormigueo en los pies al final del día. Tobillos hinchados al quitarte los zapatos. La glucosa que sube aunque “comas bien”. Sensación de pesadez en el costado derecho después de comidas normales. En México, estos malestares se vuelven comunes con la edad y con estilos de vida urbanos. No siempre hay un diagnóstico claro, pero el cuerpo habla.

Lo que suele pasar es esto: se suman pastillas, se prueban dietas estrictas y se abandona todo a las dos semanas. El cansancio regresa. ¿Y si, además de lo que te indique tu médico, adoptaras un hábito diario, simple y fresco, que acompañe a tu organismo? Aquí entra el agua verde de abuelita. Pero espera, no es “solo nopal con limón”. Hay detalles que marcan la diferencia.

¿Por qué una “agua verde” puede tener tanto sentido?

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