Los pies de pollo son uno de esos alimentos que muchas personas descartan sin saber lo poderoso que pueden ser para la salud. Aunque no tengan tanta “carne”, están cargados de colágeno, minerales y otros nutrientes que aportan grandes beneficios. En este artículo te explico por qué incluirlos en tus guisos o sopas puede marcar la diferencia, y una receta fácil para preparar una sopa nutritiva de pies de pollo para toda la familia.
🔍 ¿Qué tienen de especial los pies de pollo?
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Están formados por mucha piel, tendones, cartílago y huesos, lo que los hace ricos en colágeno.
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También aportan minerales como calcio, fósforo, magnesio, vitales para huesos fuertes.
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Tienen proteínas aunque en menor cantidad de “carne magra”, pero la proteína que tienen es muy útil para reparar tejidos.
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Su textura gelatinosa se debe al colágeno convertido en gelatina al cocinar, lo que además favorece la salud de las articulaciones, la piel y la digestión.
