1. Un postre innovador y elegante
La tarta de manzana ha sido durante siglos un clásico de la repostería europea. Desde la famosa apple pie inglesa hasta la tarte tatin francesa, existen numerosas variantes. Sin embargo, la tarta de mil capas sin harina rompe con lo tradicional.
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No necesita masas ni bases elaboradas.
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El protagonismo recae en las manzanas laminadas finamente, apiladas hasta formar un pastel sorprendente.
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Al hornearse, las capas se caramelizan de forma natural gracias a los azúcares de la fruta y a los endulzantes saludables añadidos.
Su presentación, con láminas finísimas que parecen pétalos, convierte esta receta en una auténtica obra de arte culinaria.
2. Beneficios de una tarta sin harina
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Sin gluten: apta para personas celíacas o con sensibilidad al gluten.
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Menos calorías vacías: elimina harinas refinadas que aportan energía rápida sin nutrientes.
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Más fibra y vitaminas: la manzana es rica en pectina, vitamina C y antioxidantes.
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Digestión más ligera: basada en fruta fresca, resulta menos pesada que una tarta convencional.
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Menos azúcar refinado: se sustituyen por endulzantes naturales como miel, dátiles o sirope de agave.