El budín invertido de naranja y zanahoria es un postre que enamora desde la primera mirada. Su combinación de colores, aromas cítricos y textura húmeda lo convierte en una verdadera obra de arte de la repostería casera. Además de ser delicioso y nutritivo, ofrece un toque sofisticado perfecto para cualquier ocasión.
La magia del budín invertido
Un budín invertido se hornea colocando primero la fruta en el fondo del molde, para luego voltear al desmoldar. Así, la fruta caramelizada se convierte en protagonista visual y gustativa. La combinación de naranja y zanahoria crea un contraste de colores llamativo y elegante.
Esta técnica se popularizó con el “pineapple upside-down cake” en Estados Unidos, pero en la cocina latina se adapta con frutas locales como naranjas, manzanas o peras.
Por qué elegir naranja y zanahoria
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Naranja: aporta frescura, jugosidad y un toque ácido que equilibra la dulzura del budín. Es rica en vitamina C, antioxidantes y fibra.
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Zanahoria: añade humedad, color vibrante y valor nutricional gracias a los betacarotenos, vitamina A y minerales esenciales.
El resultado es un postre atractivo, sabroso y más saludable que otros dulces cargados de grasas saturadas.
