Si existe un postre que despierta recuerdos de la infancia, aromas de hogar y tardes acogedoras, ese es el budín de pan. Preparado con pan del día anterior y unos pocos ingredientes básicos, este dulce clásico es la combinación perfecta entre sabor, tradición y aprovechamiento en la cocina.
Lo mejor: acompañado de una cremosa salsa de vainilla casera, se transforma en un postre irresistible que nunca pasa de moda.