⏱ Preparación: 10 min
🔥 Cocción: 30 min
💤 Reposo: 20 min
👩🍳 Dificultad: Fácil
🍽 Para: 4 personas
El calabacín blanco a la parmesana es una versión ligera y sin tomate de la clásica berenjena a la parmesana. Su particularidad es que los calabacines se utilizan crudos: no se fríen ni se asan previamente, ya que el horno se encarga de suavizarlos.
Se prepara alternando capas de calabacín con quesos (scamorza, mozzarella, parmesano) y jamón cocido, hasta obtener un gratinado dorado, cremoso por dentro y crujiente por fuera. Es un plato versátil que puedes personalizar a tu gusto: añadir hierbas frescas, eliminar las carnes frías para una versión vegetariana, o incluso servir como aperitivo cortado en cuadritos.