La panadería casera está llena de secretos que pueden transformar un pan común en una auténtica delicia. Si quieres que tu pan quede suave, ligero y esponjoso como una nube, hay un ingrediente que no puede faltar: el vinagre de manzana.
Este pequeño truco hace maravillas: aporta suavidad a la masa, mejora la textura y ayuda a que el pan crezca de manera uniforme. ¡Descubre cómo incorporarlo en tu próxima receta!
Ingredientes
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600 g de harina común, tamizada (más 120 g adicionales)
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400 ml de leche tibia
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4 cucharadas de azúcar
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9 g de levadura seca (o 30 g de levadura fresca)
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2 huevos
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1 cucharada de sal
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1 cucharadita de polvo para hornear
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80 ml de aceite
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50 g de manteca
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1 cucharada de vinagre de manzana