El paso de los años trae consigo cambios en el cuerpo y en la mente. Muchas personas empiezan a notar dolores articulares, inflamaciones constantes, pérdida de memoria o rigidez en las manos y rodillas. Aunque son problemas frecuentes, no son inevitables: existen formas de combatirlos, ralentizar su avance y mejorar la calidad de vida.
La demencia, la artritis y la artrosis comparten un enemigo en común: la inflamación crónica. Esta, cuando no se controla, daña las articulaciones, acelera el envejecimiento y afecta al cerebro. Por eso, la clave está en adoptar un estilo de vida que reduzca la inflamación y fortalezca tanto el cuerpo como la mente.
🧠 Prevención de la demencia
La demencia no aparece de la noche a la mañana: es el resultado de años de desgaste cerebral. Sin embargo, estudios demuestran que ciertos hábitos pueden retrasar su aparición:
Ejercicio físico: al menos 30 minutos de caminata diaria estimula la circulación cerebral.
Alimentación rica en omega-3: pescados como salmón, sardinas o trucha mejoran la función neuronal.
Estimulación cognitiva: leer, aprender un idioma o resolver crucigramas mantiene el cerebro activo.
Socialización: compartir tiempo con familia y amigos reduce el riesgo de deterioro cognitivo.
🔥 Cómo reducir la inflamación
La inflamación es una respuesta natural del cuerpo, pero cuando se vuelve crónica, daña tejidos y órganos. Para combatirla: