Una herramienta sorprendente en el hogar
En el pasado, una cuchara de hierro fundido podía estar guardada en un cobertizo, garaje o caja de herramientas. A simple vista parecía un utensilio de cocina común. Sin embargo, esta cuchara pesada tenía un propósito muy distinto: era un molde de cuchara de hierro fundido para balas.
Fundiendo plomo en casa
Las familias derretían chatarra de plomo, proveniente de tuberías viejas o piezas de automóvil, usando estas cucharas. Luego, vertían el metal fundido en moldes para crear balas o plomos de pesca. Esto no se hacía en fábricas: se hacía en casa.
Usando un molde de cuchara de hierro fundido, los hogares convertían materias primas en herramientas para la caza y la pesca. Era práctico, ingenioso y completamente manual.