El cáncer rara vez aparece de un día para otro.
En la mayoría de los casos, se desarrolla en silencio durante meses o incluso años antes de ser diagnosticado.
Y aunque no todo síntoma inusual indica cáncer, ciertos cambios persistentes en el cuerpo pueden servir como señales tempranas de que algo no anda bien.
👉 Prestar atención a estos avisos puede marcar la diferencia entre una detección temprana y un diagnóstico tardío.