En los últimos años, la ciencia ha comenzado a mirar con más atención al papel del ecosistema intestinal durante la gestación. No solo en lo que respecta a la digestión y la inmunidad, sino también en su influencia sobre el desarrollo cerebral del bebé.
Un estudio de la Universidad de Virginia, publicado en Journal of Immunology, encendió el debate: ¿podría la microbiota materna influir en el riesgo de autismo?
La microbiota: un ecosistema invisible con gran poder
La microbiota intestinal está formada por billones de bacterias que regulan hormonas, metabolismo y el sistema inmunológico. Durante el embarazo, este “universo invisible” puede sufrir cambios que afectan los mensajes químicos que cruzan la placenta y llegan al cerebro en formación.