Las personas que sufren de ansiedad por la salud suelen vivir en estado de alerta constante. Para ellos, cualquier dolor puede ser un indicio de una enfermedad grave. Un pinchazo en el pecho puede parecer un infarto, un dolor de cabeza podría ser un tumor, y una búsqueda rápida en internet termina casi siempre confirmando los peores temores. Pero la realidad es que la mayoría de los síntomas aislados no son tan graves como parecen.
¿Dolor en el pecho? No siempre es una emergencia
Es cierto que el dolor en el pecho puede ser un signo de un evento cardiovascular, pero muchas veces no lo es. Especialmente cuando se trata de un dolor breve, que aparece en reposo y desaparece solo al cabo de unos minutos, sin dificultad para respirar ni dolor que se irradie hacia el brazo.
Un ejemplo de esto es el síndrome de atrapamiento precordial, una condición benigna que genera un dolor agudo y punzante en el pecho. Aunque puede parecer alarmante, no representa un peligro para la salud y suele desaparecer sin necesidad de tratamiento.