A partir de los 50 años, el cuerpo experimenta cambios que afectan la digestión, la absorción de nutrientes y el funcionamiento del sistema inmunológico. Por eso, la alimentación cobra un papel clave en mantener la salud, la energía y la vitalidad.
Entre las frutas más recomendadas a esta edad están las naranjas, una fuente natural de vitamina C, antioxidantes y fibra. Pero muchos se preguntan: ¿hay diferencia entre las naranjas grandes y las pequeñas? ¿Cuál conviene más para quienes ya pasaron los 50?