Mamá, no sé si me ves desde arriba… pero hice este dibujo para ti.
Un simple dibujo puede transmitir más amor que mil palabras.
Este niño, con los ojos nublados por las lágrimas y el corazón lleno de recuerdos, se sentó frente a una hoja en blanco… y dibujó a su mamá.
Su mamá, que ya no está. La que lo abrazó cuando el mundo parecía desmoronarse. La que creyó en él cuando nadie más lo hizo.