Durante años, cada verano se convertía en una pesadilla: bastaba con sentarme en el jardín o abrir una ventana por la noche para terminar con las piernas llenas de picaduras. Probé de todo: aerosoles, velas, cremas… pero nada parecía funcionar por mucho tiempo. Hasta que descubrí este remedio natural, casero y sorprendentemente efectivo.
Con ingredientes que ya tenía en casa, preparé una mezcla simple que no solo espanta a los mosquitos, sino que también deja un aroma fresco y agradable en el ambiente.
Hoy quiero compartirte el paso a paso de esta solución que, literalmente, me salvó del ataque diario de estos insectos.
Ingredientes que necesitas
300 ml de agua tibia
1 cucharada de menta piperita seca (o unas gotas de aceite esencial de menta piperita)
1 cucharada de flores secas (como lavanda o manzanilla, o unas gotas de aceite esencial de lavanda)
100 ml de jugo de limón natural
1/2 cucharada de canela molida
1 botella con atomizador, preferentemente de vidrio oscuro para conservar mejor los aceites