1. Seque los filetes de bacalao con papel absorbente y sazone con sal y pimienta por ambos lados.
2. Caliente el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que brille, pero sin humear. 3. Coloque con cuidado los filetes de bacalao en la sartén y cocínelos durante unos 4 minutos por cada lado, hasta que la parte inferior esté dorada y crujiente.
4. Voltee el bacalao con cuidado con una espátula y cocínelo durante 3 minutos más o hasta que se desmenuce fácilmente con un tenedor.
5. Retire el bacalao de la sartén y manténgalo caliente en un plato cubierto con papel aluminio.
6. En la misma sartén, reduzca el fuego a medio. Añada la mantequilla y el ajo, cocinando hasta que la mantequilla se haya derretido y el ajo desprenda su aroma, aproximadamente 1 minuto.
7. Retire la sartén del fuego e incorpore el jugo de limón, el perejil, el eneldo y el cebollino.
8. Vierta la salsa de mantequilla con hierbas sobre los filetes de bacalao calientes y sirva inmediatamente.
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Variaciones y consejos
– Si no le gusta el bacalao, puede sustituirlo por otro tipo de pescado blanco como el fletán o la tilapia. – Para darle un toque especial, ralla un poco de ralladura de limón en la salsa de mantequilla con hierbas.
– Si tienes poco tiempo, puedes usar hierbas secas si tienes prisa; solo recuerda usarlas con moderación, ya que tienen un sabor más concentrado que las hierbas frescas.
– Este plato se disfruta mejor fresco, pero si te sobra, guárdalo en un recipiente hermético y caliéntalo suavemente en el horno para obtener mejores resultados.
Recuerda mantener los filetes de pescado con un grosor similar para una cocción uniforme y no llenes demasiado la sartén; si le das espacio a cada pieza, se sellará mejor y tendrá más sabor. ¡Que disfrutes cocinando, amigos!