Su historia nos recuerda que la verdadera belleza reside en la autenticidad y en la capacidad de transformar la adversidad en oportunidades para brillar.
Ser diferente desde el nacimiento: Un gran desafío
Cuando Xueli nació en China, su piel blanca y sus ojos claros intrigaron a todos. Nació con albinismo, una rara condición genética que afecta la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel, los ojos y el cabello.
Síguenos en nuestro canal de Telegram
El resultado es una apariencia muy pálida, casi translúcida. Desafortunadamente, en algunas culturas, esta peculiaridad se malinterpreta e incluso se teme.
Poco después de su nacimiento, sus padres decidieron no criarla y Xueli fue entregada a un orfanato, sola en un mundo que aún no reconocía su verdadero valor. Pero, afortunadamente, su historia apenas comenzaba.
Una nueva familia, un nuevo comienzo
El personal del orfanato, conmovido por la singularidad de la pequeña Xueli, le dio un nombre que significa “blanca como la nieve y hermosa”.
¡Y no podían estar más acertados! Unos años más tarde, una familia holandesa se enamoró de la niña y la adoptó. Rodeada de amor y cariño, Xueli creció en un ambiente acogedor que le permitió desarrollarse plenamente y soñar a lo grande.