Además del crecimiento, este aceite mejora notablemente el brillo y la suavidad del cabello, ya que hidrata profundamente y sella la cutícula capilar, dejando una apariencia más saludable.
También reduce la aparición de caspa, irritación o picazón gracias a las propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas del romero, el clavo y el anís estrellado.
Para intensificar sus resultados, muchas personas calientan ligeramente el aceite antes de aplicarlo, ya que el calor abre los poros y permite que penetre más rápido en los folículos.
Aunque los resultados pueden variar de persona a persona, la mayoría empieza a notar cambios visibles en un periodo de 3 a 6 semanas, siempre y cuando se aplique de manera constante.
Este aceite casero se ha convertido en un secreto de belleza muy popular porque aprovecha lo mejor de la naturaleza para revitalizar el cabello, estimular su crecimiento y devolverle vida a zonas debilitadas sin recurrir a químicos agresivos.
