Las albóndigas son un clásico de la cocina casera: carne tierna, salsa sabrosa y pan para
mojar… imposible resistirse. Esta versión es sencilla, ideal para principiantes, familias y comidas reconfortantes.
Ingredientes
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500-600 g de carne picada (mezcla de cerdo y ternera si puedes)
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1 o 2 dientes de ajo picado fino
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½ cebolla pequeña rallada o muy picada
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Perejil fresco picado al gusto
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1 huevo
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Pan rallado (la cantidad necesaria)
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Sal y pimienta al gusto
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Aceite para freír
Para la salsa
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1 cebolla mediana picada
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2 dientes de ajo picados
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1 tomate grande pelado y triturado (o puré de tomate)
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½ vaso de vino blanco (opcional)
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Caldo (de carne o agua con cubo) para cubrir
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Una hoja de laurel (opcional)
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Sal, pimienta, y si quieres, alguna hierba como orégano o tomillo
Preparación paso a paso
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Mezcla la masa de las albóndigas
En un bol, mezcla la carne picada con el ajo, la cebolla rallada (o muy picada), el perejil, el huevo, sal y pimienta. Amasa bien para que todos los ingredientes queden integrados. Si la mezcla queda muy suelta, añade un poco de pan rallado. -
Formar las albóndigas
Toma porciones de la masa con las manos y haz bolitas de tamaño medio. Si deseas, puedes pasarlas por pan rallado o harina para que queden con una capa crujiente al freírlas. -
Freír las albóndigas
Calienta aceite en una sartén a fuego medio. Fríe las albóndigas hasta que estén doradas por todos lados. No las pongas muchas de golpe para que no baje la temperatura del aceite. -
Preparar la salsa
En otra olla o la misma sartén si queda espacio, sofríe la cebolla picada y los ajos con un poco de aceite hasta que estén transparentes. Añade el tomate triturado, mezcla y deja cocinar unos minutos. Si usas vino blanco, agrégalo y deja que evapore el alcohol. -
Unir albóndigas y salsa
Cuando la salsa esté lista, incorpora las albóndigas doradas. Añade caldo para que las albóndigas queden al menos medio cubiertas. Agrega la hoja de laurel si la tienes. Cocina a fuego bajo‐medio tapado durante 15-20 minutos, o hasta que la salsa haya espesado y las albóndigas estén bien hechas por dentro. -
Finalizar y servir
Prueba de sal y pimienta, corrige si hace falta. Sirve caliente con la salsa por encima. Van perfectas con papas fritas, arroz blanco, puré o con pan para mojar.
Consejos útiles
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El pan blanco remojado en leche (escurrido bien) ayuda a que las albóndigas queden más suaves.
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No sobrecargar la sartén al freír, mejor hacerlo en tandas para que queden bien doradas.
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Si prefieres una salsa más ligera, puedes omitir el vino.
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Puedes preparar las albóndigas con anticipación y guardarlas en el refrigerador; luego sólo hacer la salsa al momento de servir.
Conclusión
Con pocos ingredientes, tiempo moderado y un poco de dedicación, obtienes unas albóndigas caseras deliciosas, jugosas, con salsa rica y casera. Un plato ideal para días de semana o cuando quieres algo que reconforte y llene.