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Confirma siempre la identidad del que llama.
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Evita participar en encuestas o grabaciones automáticas.
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Revisa tus movimientos bancarios y reporta irregularidades.
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Bloquea números sospechosos y repórtalos a autoridades.
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Nunca compartas datos personales, contraseñas o números de documentos por teléfono.
En un mundo donde la tecnología avanza rápido, nuestra voz se ha vuelto un activo vulnerable. Actuar con cautela, responder con prudencia y desconfiar de llamadas inesperadas es clave. A veces, no decir nada es la mejor defensa.
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