Ahora pondremos al fuego una sartén con abundante aceite. Para empezar a freír necesitamos que el aceite esté bien caliente y, después de incorporar las patatas, haremos la fritura a dos temperaturas:
primero con menos calor, hasta que las patatas estén bien tiernitas por dentro,
luego unos minutos a fuego fuerte, para que cojan ese punto crujiente y doradito por fuera.
Cuando las tengamos a nuestro gusto, las escurriremos con la espumadera y las sacaremos a un plato con papel absorbente, donde las salaremos y las reservaremos.
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➁ Freír los huevos
El siguiente paso, freír los huevos. Reduciremos considerablemente la cantidad de aceite de la sartén pero, al igual que con las patatas, debe estar bien caliente antes de cascar el huevo. Bajaremos ahora un poco el fuego, salaremos el huevo y lo cocinaremos hasta que esté en el punto que nos gusta, en mi caso, con la yema tierna y una ligera puntilla.
➂ El chorizo
Retiramos todo el aceite que quede en la sartén y salteamos allí el chorizo troceado. Simplemente le daremos un toque de calor, para que quede un poco hecho. Al sacarlo de la sartén, tratamos de escurrir bien toda la grasa que haya soltado.
➃ Presentar
Ya solo nos queda montar el plato y servir. Colocaremos primero las patatas, luego huevos y chorizo y, para terminar, condimentamos con pimentón picante.
Llevamos enseguida a la mesa y rasgamos los huevos como haríamos con los huevos rotos. Prepara pan que llega el mejor momento,.. a comer!
Huevos cabreados servidos con yema rota
¡A disfrutar! Acompaña siempre con un buen pan para mojar
