Los arancini de arroz son una comida callejera rica y deliciosa, típica de la cocina siciliana. Estos pequeños timbales de arroz con azafrán están rellenos de ragú de carne y guisantes, con cubos de queso fresco. Rebozados en una espesa masa de huevo, agua y harina, se cubren primero con pan rallado y luego se fríen en aceite de semillas hirviendo hasta que estén dorados. Su exterior crujiente y su centro cremoso los hacen verdaderamente irresistibles.
Estos deliciosos timbales fritos varían en nombre y apariencia según su región de origen. En Palermo, por ejemplo, se llaman “arancine” (femenino) y tradicionalmente tienen forma redonda, similar a una naranja; en Catania, sin embargo, y en general en el este de Sicilia, los arancini se presentan en pequeños conos, en homenaje al Etna.
Un clásico de las freidurías de la isla, junto con otras especialidades locales como los cazzilli y los panelle, los arancini se pueden preparar de innumerables maneras: desde los más clásicos con jamón y mozzarella o ragú y guisantes, como la versión de Julia, hasta los más originales con pistacho o alla norma.
Una vez listos, puedes disfrutarlos como un tentempié nutritivo y contundente, o, si preparas una ración mayor, servirlos como primer plato o plato principal en una cena familiar informal. Aquí, usamos queso provola en dados para el relleno, pero si lo prefieres, puedes sustituirlo por caciocavallo o provolone dulce.
