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2 tazas de harina de maíz precocida (blanca o amarilla).
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2 tazas de agua tibia.
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1 taza de queso rallado (mozzarella, campesino o costeño).
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1 cucharadita de sal.
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1 cucharada de mantequilla (opcional).
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Aceite o mantequilla para engrasar la sartén o plancha.
El queso es fundamental: el costeño aporta un sabor auténtico y salado, mientras que el mozzarella brinda cremosidad y elasticidad. Una mezcla de ambos da un resultado perfecto.